Y así es como llegó el invierno, fuera de mis huesos,
bajo la luz de mis ojos. Con camisas de cuadros, con un poco de rock n’ roll.
Entre cigarrillos interminables, entre las paredes de aquel pub, al fondo a la
derecha. Y así es como llegaron las luces, las canciones. Entre risas y entre
llantos, más allá de la fina línea cristalina que nos separa de nuestra propia
demencia. Nos quitamos nuestras máscaras, fuimos nosotros y nadie más. Fueron
nuestras manos, fueron nuestros besos, fueron los vasos y las horas, el vodka
en las venas, el mundo a nuestros pies. Mas prometimos, juramos, negociamos
bajo intensas miradas, no mirar hacia el futuro, hacia fríos próximos, hacia
aquel Norte desviado. Líneas en una libreta oscura, trazos sobre un folio,
palabras en papel anaranjado. Llegó el invierno, los gorros, mi calor, lo que
siempre quise y nunca tuve. Llegó el invierno, de nuevo, para quedarse.
Y allí fue donde encontré mi hogar.
¡¡AVISO!!
Pasa por la sección de "AVISOS" que hay justo debajo de la foto principal y entérate.
(Invierno con sabor a rock'n'roll que alimenta a almas perdidas).
ResponderEliminarmuá.
Y allí es donde me encontré a mi misma...
ResponderEliminar¡Un besazo! :)
Odio el invierno, pero me encantan tus letras
ResponderEliminar(mis besos van más fuertes)