¿Cómo ha podido pasar? ¿Cómo se me ha podido pasar por la
cabeza pensar que yo, yo, que yo podría ser algo suficientemente bueno para
alguien? ¿Cómo pude pensar que yo merecía la pena? ¿Por qué pensé, por qué coño
llegue a creer que él estaría entre mis brazos? ¿Por qué me permití creer en
aquella utopía que me cantaban sobre un mundo en el que yo podía ser feliz?
¿Por qué permití darle una oportunidad a todo el valor que escondía, a ese
pequeño trozo de corazón que había conseguido reconstruir? ¿Cómo?
Y supongo que esta no es mi vida. Supongo que yo nunca
puedo tener lo que realmente quiero, que yo no puedo sonreír de verdad, que yo
no puedo decir “te quiero” y sentirlo. En el mundo de las mentiras, el frío y
la perfección, en el mundo de los mortales, en este pasadizo de temporalidad
por el que me arrastro, no existe la luz, no existe la felicidad. Muero de
amor, sin saber qué es. Muero, sin que haya una segunda oportunidad. Muero,
lentamente. Con cada paso que doy, con cada sonrisa que regalo. ¿Soy yo el
problema? ¿Mi don o mi maldición? ¿Debo cambiar todo lo que quiero, todo en lo
que creo, debo cambiar mi sonrisa por una teoría desplazada, debo ser como
ellos para alcanzarlo?
Muero. Imperfecto. Creador y destructor. Cielo e infierno
en la misma botella de whisky amargo. Y me hundo. Sin salida. Tic-toc. Sin
mañana, ni adiós.
Tu entrada me ha oprimido el corazón, porque es exactamente cómo me siento yo...
ResponderEliminarTe quiero, pequeño Kay.
Hace tanto, tanto que no leía nada tuyo.
ResponderEliminar(mi corazón ahora se
aparta las lágrimas)
♥
Para todos siempre hay una segunda oportunidad, no serás menos. Un besazo :)
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