viernes, 30 de abril de 2010

¡Quiero!

Quiero mirarte desde abajo, a los ojos, a tus ojos castaños. Quiero abrazarme a tu cuello y jugar con tus labios en una habitación de hotel, solo iluminada por la luz de la lamparita de la mesita de noche, de madera. Quiero agarrarme fuerte a tu camisa mientras me abrazas y me besas en la frente. Quiero jugar con tu lengua, sentir tu saliva. Quiero besarte hasta que la respiración se me agote, sintiendo tus finos labios sobre los míos. Quiero tirarte a la cama, quedar debajo de ti, sentir tu respiración sobre mi cuello, mientras lo besas con pasión, haciéndome suspirar una y otra vez. Quiero decirte "Te quiero" y sentirlo al mismo tiempo. Me gustaría tanto ser tuyo, aunque solo fuera por una noche. Una noche de desenfreno, de pasión, de sexo. Y nada más. Quiero sentir tu cuerpo desnudo sobre el mío y acariciarlo, descubrirlo, trazar líneas imaginarias sobre ese perfecto mapa. Quiero jugar a lo que jugáis los mayores. Pero no quiero que nadie juegue conmigo, eso podría dolerme más que tu rechazo. Tan solo permanece conmigo, esta noche. Dame lo que necesito: atención, cariño, un poquito de amor y una pizca de besos románticos. Déjame perderme en tu mirada e imaginar un futuro imposible. Deja que te demuestre que valgo la pena. Seguro que no te arrepentirías. Quiero tenerte, aquí y ahora. Quizás no haya amor, quizás no haya te quieros. Pero habrá sexo, ¿no? Con eso me basta. Por ahora.

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